En todo el mundo, esta forma de controlar al milímetro la educación de los niños es conocida con diferentes nombres. Algunos la llaman “hiperpaternidad”. Otros se refieren a ella como padres helicóptero, porque siempre están vigilando. Los canadienses bromean con los padres quitanieves, que marcan un camino perfecto en la vida de sus hijos. Incluso en los países nórdicos, donde se supone que viven gloriosamente relajados, se habla de padres curling: mamá y papá despejando frenéticamente el hielo por delante de su hijo.

Papá dame un respiro és un reportatge publicat aquest diumenge a El País, l’autor Carl Honoré ens situa en un escenari de sobreprotecció i “sobreexplotació” de l’infant sota l’excusa de voler el millor per als nostres fills.

Enllaç: Papá dame un respiro

Tags: Educació

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